Realizando este torrente en su forma más clásica, dejamos el
coche en el acueducto de la Calobra y empezamos la marcha por el camino
dirección al Torrent del Gorg Blau, la verdad que nos sorprende ver que corre algo
de agua, pero pasado unos metros se filtra y el torrente se queda seco. Poco a
poco nos vamos adentrando más y vemos como la altura de las paredes va creciendo
y el cauce se estrecha.
Va reapareciendo la fría agua pero comparando la marca en la
roca el nivel del agua ha bajado bastante, tanto que en algunos sitios hay que
trepar para salir de las pozas vacías. En el interior de Sa Fosca y por la zona
central, hay bastantes pozas que son saltables con un nivel aceptable (se
recomienda comprobar el fondo, ya que hay troncos y ramas en casi todo el
recorrido).
Por nuestra parte todo perfecto, pero casi a la salida oímos
el helicóptero (esperemos que no fuese nada serio)… y nuestro buen amigo Edu disfrutó a lo grande
en su primera vez dentro de esta gran grieta.
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