Hacía tiempo que no nos juntábamos tantos y la verdad es que
lo pasamos muy bien. Entre Topillos, Trescadors y algún Balearik llegamos a los
17, sin duda un buen grupo donde no paramos de reír.
Empezamos la marcha el sábado por la tarde y con un ritmo
tranquilo para que los que hacían el torrente por primera vez pudiesen
fotografiar, disfrutar del paisaje o simplemente contar las piedras del camino.
En un par de horas llegamos al entreforc de noche y en poco
tiempo ya estábamos preparados
para cenar y pasar la noche a modo vivac. Aprovecho
para mandar un “saludo” a los “vecinos”, “simpáticos” que tocaron el cuerno a
modo de llamada de apareamiento durante la noche.
Después de haber visto bastante tiempo las estrellas, toca
levantarse, desayunar y recoger todo para empezar a caminar. Me sorprendí de lo
limpio que está el torrente y también de escuchar en varios sitios el canto de
los ferrerets (las fotos son de pequeñas ranitas).
Lo mejor de todo fue poder llegar al final y
darnos un baño
en la Calobra… bueno esa era la ilusión porque sinceramente la cala da asco,
entre barcos y más barcos y el barco fiesta y el taxi y el otro barco el agua
está medio marrón y el fondo con poca vida. Una pena!
Por último, nos comimos una pedazo paella mientras pensábamos
más aventurillas para hacer.
Así que PROXIMAMENTE MÁS!!
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